Quizas

Hola soy media nueva en esto, ojalá les guste

Cualquier queja, comentario o amenaza me avisan

Quiero saber si lo estoy haciendo bien o no

Gracias desde ya.

 

Quizás el nunca la amó, quizás para ella el solo fue un amor de cuento.

Quizás el árbol nunca floreció, solo se rompió.

Muchas diferencias, muchas trabas,

Que ninguno de ellos sabrá el por que.

La tarde fría de julio, dos jóvenes se encontrarían en la plaza luego de haber tenido duros enfrentamientos por culpa de los celos e inseguridades causadas, que había echo dudar a la joven pareja.

Era la hora acordada, ella por su lado no quería ir ya que no deseaba de nuevo discutir con su novio pero al fin asistió. En cambio el solo fue con la misma frialdad de siempre, con el orgullo y la poca importancia juntos de la mano; por que ya no sentía amor ni nada hacia ella, ni una mínima atracción física por necesidad de hombre. Nada y no había algo que se pudiera salvar.

–Hola- dijo una joven tristemente afligida por las peleas que habían tenido.

–Hola-Asiendo una pausa- Te cite en este lugar por que quiero dar por terminado esto. Ya no hay nada Mariana- término soltando lo último sin ninguna gota de cariño.-

–Tom por que me haces esto? .. yo te amo –dijo en un mar de lágrimas.

–Mariana ya esto se termino!, no podemos seguir así! Ya no queda nada..-

–YO ESTOY EMBRAZADA- grito a todo pulmón- te lo iba a decir hoy

El moreno la miró, de arriba abajo buscando una pisca de mentira, pero no encontró ninguna, en cambio solo encontró a una joven pálida llorando por el, pero su orgullo lo removía pensando que era solo para que el se quedará con ella; y en un enojo las palabras hieren mas que cualquier cosa.

–Mariana decime cuanto quieres para salir de mi vida en este preciso momento?- dijo , pero un cachetazo se hizo sonar en toda la plaza.

–ESCUCHAME BIEN? TU MALDITO DINERO NO ME IMPORTA!-dijo casi gritándole – si crees eso nunca me conociste Pendejo-.

– Ha! Ahora no te importa Marianita-Dijo con mucha ironía- Y crees que voy a creer que eso es cierto? O que lo que espera es mío?, estas muy equivocada- riéndose con mucha burla.

Mariana lo miraba con mucho odio, bronca, enojo algo que se mezclaba y se sentía muy amargo. Ella nunca pensó que el amor de su vida, la persona que alguna vez le juro amor para siempre y todo que una chica puede soñar con el hermoso príncipe azul se estaba yendo por el caño. El dolor que sentía era inmenso, le hacia mucho mal a ella y a su bebé, por que el si que no tenía la culpa de tener padres así.

…- Ella ya no quería responder más, se sentía muy cansada con ganas de salir corriendo de ese maldito lugar.

–Mira mejor terminar con esto… ¿Mariana?- El chico la miraba fijamente, su palidez era notoria, sus ojos cristalizados también, solo que el la miraba buscando algo o de ultima que ella lo enviara a volar, pero algo quería.

–Tomas ¿sabes que? Te puedes ir bien a la MIERDA!- dijo al borde del colapso- Y por cierto tu maldito dinero N-O M-E INTERASA!- dándose la vuelta y empezando a correr a toda velocidad.

–Mariana! ESPERA- grito el muchacho pero ella ya se había marchado.

Mariana se siento culpable luego de que ella se fuera, quizás ella no era como el le dijo, capaz si estaba embarazada pero... Que diablos iba a hacer un chico de diecisiete años casi dieciocho con una chiquilla de quince recién cumplidos. Sus padres y los padres de ella lo matarían, no tenían futuro, el por su parte algo podría tener pero no iba a cambiar sus planes de estudiar en la Universidad mas cara de todo Tokio, ahí iban los mejores el no podía dejar su futuro en manos de una niña ni menos un bebé.

Nunca lo sabrá por que decidió olvidarse de ella y de lo que le dijo. Capaz que en el futuro el pasado le cobre lo que hizo o sus caminos se vuelvan a encontrar, pero lo mejor que podría hacer ella es si estaba embarazada que abortar, no arruinaría su futuro por que el no se iba a atar a nadie.

14 años después:

Sentía el cálido calor entrar por la ventana de su cuarto. Tenia que empezar a levantarse ya que hoy era el gran día de su bebé, no tan bebé pero para ella lo seguía siendo.

Hoy cumpliría quince años su adorada Misuki, ya el tiempo que había pasado, luego de tantas peleas para sacar a delante a su niña pero ella estaba orgullosa de ella misma, por que su hija iba por buen camino además los valores eran esenciales que cualquier libro y ella se los había inculcado de niña.

Su hija Misuki era muy parecida al hombre que alguna vez amo, tenia la misma mirada de el que la desprecio ,solo que ella tenia sus ojos, los ojos que alguna vez le dijeron que eran hermosos o que reflejaban el alma, esos ojos tenia su hija. Ella podría tener esa jodida mirada o el carácter o todo de el pero jamás tendría el corazón de Misuki, un corazón que jamás sabría encontrar, por que el no tenia corazón.

–Mmmhh hoy es un hermoso día- dijo una pelirosa que a pesar de sus treinta años seguía aspirando la juventud de siempre

Se levanto de lo costumbre, puntual como siempre y bajo a hacerle el desayuno a su hija.

Mariana era una mujer muy fuerte y con una valentía de oro que había podido sacar a su hija a pesar de ser madre soltera y muy joven pudo sacar a su niña con ayuda de sus familiares y amigos, fue difícil pero no imposible.

Le hubiese encantado que Tomas la hubiera acompañado en esa etapa tan difícil pero el prefirió irse y dejarlas solas.

Después de amarlo con locura y pasión a pesar de su corta edad cuando se entregó a el, el dio por olvidado aquellas promesas que alguna vez juro; pero ella no se arrepentía de nada a pesar que su madre había dicho que eso era un pecado, que ella se tenia que casar pura, casta o como ella decía virgen, con la persona que viviría hasta hacerse vieja pero ya no creía en que se casaría o eso, ella vivía feliz junto a su hija y sola, por que su felicidad hoy en día era su tesoro mas preciado, Misuki.

–Misuki el desayuno- grito a ver si su nena se levantaba.

–Ya voy mamá- dijo con fastidio.

Al llegar al comedor se encontró con una torta echa por su madre.

–Ma…- no pudo terminar la oración por que su madre la había abrazado.-

–Feliz cumpleaños! Hija mía que tus deseos se hagan realidad y que seas Muy Feliz- dijo su madre en casi pleno llanto.

Su deseo en mente era que su madre dejara el trabajo de repostera que aunque no le iba tan mal, ella se cansaba mucho en muchas ocasiones, pero como su madre siempre decía que trabajo no encontraría si no fuera el que tenia, ya que no tenia mas que desear por que sus estudios no daban mucho, mas que un trabajo de repostera por que adoraba la cocina y los fines de semana tocar el violín en un restauran. Eso no más tenía. Pero así vivían ambas por que ella la ayudaba aunque ella no quisiera, ella lo hacia.

Su anterior deseo era que su padre alguna vez se dignara a llamar por ese maldito teléfono, pero jamás lo hizo así, que perdió las esperanzas hace dos años, después de llorar y maldecir al teléfono se dio cuenta que el aparato no tenia la culpa, si no que la persona que embarazo a su madre y la dejo a la buena suerte, esa si tenia culpa.

Soplo las velas y pido un mejor empleo para su madre por que aunque ella decía que no, se agotaba con todo.

Ella no quería fiesta por que era un precio sumamente alto que su mamá no podría costearse sola, solo quería estar con ella, pero su madre le dijo que quería darle lo que ella se perdió, una fiesta, quería verla vestida aunque solo una vez por que ella jamás vestía de esa manera. Luego de tantas pequeñas discusiones acepto además su padrino Naruto pagaría la mayor parte, claro como era su padrino pero para ella era el padre que jamás tuvo. Acepto solo que su madre compraría el vestido que mas le gustaría sin importar precio, aunque ella no lo dijera, su madre era orgullosa que quería darle todo ella aunque le valiera la vida.

–Ma tienes que irme a buscar el dichoso vestido- dijo con una pequeña sonrisa

–Vale Misuki pero usarás los zapatos que di- refiéranse a tacos color crema que su madre tanto amaba y que ella odiaba.

–Está bien usare lo que me digas, dejare el jeans, las blusas que amo y las zapatillas solo por una noche – dijo

–Ok hija no te arrepentirás – dijo sonriente

–Ojalá….por que odio de primera el uniforme de la escuela, seguro que me va a gustar un terrible vestido- dijo en pequeño sarcasmo

Su madre solo sonrió, sabiendo que aun no quería la fiesta pero aria todo lo posible por hacerla feliz. Pero ella ya la hacia feliz.

–Bueno chiquita iré a buscar todo, nos vemos luego – dijo dándole un beso en la frente

–Nos vemos mami trata que no se te peque ningún baboso – dijo sonriendo ya que a su madre se le pegaban mucho pero ella nunca le había dado importancia a nadie.

Narración por Mariana:

Salí de mi casa por que tenía que hacer muchos papeleos aunque no me gustaba dejar sola a Misuki por tanta delincuencia que había pero tenia que hacerlo.

Llegue al centro comercial y fui directamente a la galerías de vestidos, eran bellos demasiados yo quería darle lo mejor a Misuki por que se lo merecía además seguía siendo una niña pequeña que debía cuidar en todo momento.

Este hermoso vestido le encantará– dije

La verdad era hermoso era un color melón con corsé bordado con hilo de color marrón, la falda llevaba volantes y sobre tela que forma una capa con bordados y aplicación.

La verdad bellísimo además tenía una pequeña tiara color cristal, además el vestido mostraba mucha sencillez como a ella le gustaba así que se lo compre. Di todas talles para que directamente me lo hicieran, tardaba una semana así que tenia que seguir con lo mío además quería un pequeño descanso en la plaza que me traía mucho recuerdos, bellos y a la vez tristes pero ya tenía que superarlos.

Fin de pov de Mariana

Después de pasar por todos los lugares que debía pasar, Mariana decidió descansar en unas de las hamacas que había en el inmenso parque que un poco odiaba tras angustias y casi una gran depresión que le causo todo, decido tomar ahí el café que había comprado.

–ARGGG…lo que hago por ti Misuki–suspiro

De pronto sintió un fuerte aroma, era demasiado fuerte para su gusto pero era un poco excitante ,ese olor misterioso; que la hizo pararse rápidamente del lugar sin entender por que le llamaba tanto la atención ese aroma tan peculiar. Que ella misma se preguntaba si lo había aspirado alguna vez, pero su cabeza decía que se tenía que ir en ese momento de ahí, por que ese aroma era demasiado conocido aunque ella no lo recordara.

Sin darse cuenta que alguien la miraba desde cerca decido recoger sus cosas y largarse de ahí, pero al girarse se encontró con los ojos de el, tan oscuros como la noche que la miraban fijamente e intimidaban a cualquiera, después de tantos años, no sabia que hacer si abrazarlo, saludarlo o matarlo la verdad no sabia y si era un sueño quería despertar en ese mismo momento.

–Tomas…? – dijo sin entender si era real lo que estaba viendo o no.

–Marina.. tanto tiempo- dijo en un tono tan el pero a la vez su rostro demostraba muchos sentimientos ocultos.

En ese momento mi mundo se oscureció. ¿Qué demonios hacia el ahí?, o ¿Que quería?

Próximo cap:

Ella es Misuki, El es...